CUANDO YO MUERA

CUANDO YO MUERA ya no pensaré, ya no seré sentimiento,
el tiempo jugará con mi cuerpo hasta volverlo putrefacto,
ya no insistirá en recordarme que nadie me espera, que nadie viene detrás,
ni me reprochará, con ironía, el camino que he recorrido solo

CUANDO YO MUERA sonreiré y será mi felicidad completa,
¡Por fin un deseo anhelado se habrá cumplido!
De fantasía en fantasía, de sueño en sueño, escapando a mi verdad,
enfrenté a la vida o seguí su cauce, qué más da

CUANDO YO MUERA terminaré de conocerme, sabré quién fui, quién soy y quién seré…
otra vez nada, en medio de la nada y para nada
¡Qué sea otra cosa maldita sea!, ¡otro ser!, ¡otra ilusión!,
no más esa alma limpia a quien todos quieren pero nadie ama

CUANDO YO MUERA ya no ahogaré el llanto entre mi cara y mi colchón,
ya no esperaré que alguien me entienda, ni siquiera tú;
podré descansar de tanto extrañarte, de tanto desearte, de tanto amarte,
Dejaré de ser, por fin, el obsesionado coleccionista de rechazos

CUANDO YO MUERA abriré el cielo para aplacar las llamas de este infierno,
dará un giro mi destino, empezaré a ver la luz, aun cuando sea en las tinieblas o en el fuego;
comenzará otra historia sin mi nombre y nadie se dará cuenta,
no dejaré un vacío porque el vacío se habrá ido conmigo

CUANDO YO MUERA mi alma gemela seguramente saldrá al mundo a buscarme,
¿Me extrañará?...tal vez me espere en todos los caminos y en todos los espacios,
seguramente se materializará, se reconocerá en mi cuerpo inerte, ansiará mi reflejo,
iniciará otra historia pero su final será, ni más ni menos, como el mío

CUANDO YO MUERA entenderé a Dios y a su idea de pecado,
a la sociedad y a su falsa moral que nos obliga a no aceptarnos,
que nos siembra en el corazón y en la razón el temor a ser felices
y nos hace seguir, no sé qué huellas, para llegar sin postergación al filo del barranco

CUANDO YO MUERA no tendré tiempo para decidirme ni arrepentirme,
Lo habré perdido o ganado todo, ¡No sé!, lo cierto es que me arriesgaré…
como un conquistador exploraré otros mundos, otras aguas, otras ausencias;
plantaré mi bandera en cualquier lugar del infinito

CUANDO YO MUERA mi rostro se perderá rápidamente del pensamiento de quienes me vieron,
desaparecerá, en un abrir y cerrar de ojos, para siempre mi imagen,
más rápido que el humo del cigarrillo que me acompaña en este momento,
en este momento de soledad conmigo mismo

CUANDO YO MUERA, no importa la forma ¡Alégrense por ello!
me uniré al viento en una danza ritual donde seré la única estrella,
fusionaré mente, cuerpo y espíritu y mi duende, si quiere, se irá conmigo;
será mi obra maestra, el clímax de mi vida artista, el final esperado de una larga temporada
Cuando yo muera...
Texto e imagen: Juan Carlos Cadena
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