UN INSTANTE
poema de Juan Antonio Conde Castro
Hallábame tus mares contemplando,
Reflejo de paz y dulces moradas.
Cuando su brillante luz fue robando:
Poco a poco, el poder de las miradas.
Y tanto esplendor tu cuerpo tomando
Iba, que mis manos, atenazadas
Por el respeto a la amada, ganando
Valor, te abrazaron apasionadas.
Mi pecho, en fuego se tornaba.
Inundado de limones, exhaló
Al momento,el amor que rebosaba.
Para entregarlo orgulloso a su amada,
Que temerosa, de él solo tomó:
Un instante de la hora dedicada.