EQUIVOCADO
poema de Juan Antonio Conde Castro
En este nuestro transitar permanente,
buscando un no sé qué, que se nos pierde,
desde el instante que la vida siente,
en humana fiera el hombre se convierte.
Desde niños a dominar se aprende,
a no compartir juguete que divierte,
a someter, a subyugar por ende,
a tratarlo todo, por ser inerte.
Crece insolidario el joven que avasalla,
que seduce utilizando añagaza,
y se lleva el recuerdo que no acalla,
hasta que de adulto la madurez alcanza.
Del pasado quiere hacer cruz y raya,
hacer de la vida alegría y danza.
El hombre equivocado, la paz no halla,
hasta que el ocaso de la vida alcanza.
Comentarios & Opiniones
Preciosas reflexiones, y enseñanza si se quiere, para mí es un deleite tu pluma y tu inspiración mi hermano.
Saludos fraternos.
Sin dudas mi querido andaluz..árbol que crece torcido; jamás su tronco endereza...el egoismo,la prepotencia,el orgullo...la falta de valores se crece con ellos y es dificil corregir esa conducta y.. el hombre equivocado la paz no halla...abrazos Juan
Muy buenos y ciertos versos, amigo Juan Antonio. Este mundo es tal y como lo describes. Un fuerte abrazo.
Estimado Otis Amot: amigo, mi inspiración es la observación de la vida y la conducta del ser humano. He podido apreciar lo expuesto. ¡Ojalá estuviera equivocado! Cuando llegamos a esta edad, cuando se está de vuelta de casi todo, nos damos cuenta de
los errores cometidos y cuan ciego fue nuestro discurrir por la vida olvidándonos de lo importante deslumbrados por lo que la publicidad nos hace ver. Feliz tarde-noche! Un abrazo fraternal.
Querida Xio: me has recordado a mi madre. Solía decir que los defectos había que corregirlos pronto, antes de que arraiguen en la persona, porque como dices, repetía. " El árbol que crece torcido jamás su tronco endereza. Gracias! Un cálido abrazo
Estimado y admirado Ángel Menduiña Iribarren: ciertamente tendemos a no compartir. Dios lo sabía y fue el primer Mandamiento que nos dió, amén de cooroborarlo La iglesia calificando como pecado grave la avaricia.
Gracias por pasar. Un abrazo.
Caballero, encuentro gustosa la lectura de vuestras letras retrospectivas, las cuales señalan vuestro paso por la vida.
Añado el valor que vuestra vida, la cual se complementa con cada obra que vos obsequia.
Reciba cordiales saludos de paz.
Estimada Dama Azul: agradezco su visita por mis letras y mucho más, que se digne a comentarlas. Mi simpleza no puede alcanzar la excelsa calidad de su poesía. Deseo nos siga deleitando con su saber hacer. Reciba saludos cordiales!
Caballero, agrego que en ésta comunidad todos aprendemos los unos de los otros. Lo vuestro es de profundidad, en ello, el valor que apremia.
Lo simple es belleza, basta mirar los colores de la naturaleza simples y al mismo tiemplo eternos...
Señora Dama, ante su palabras, solo puedo responderle: ¡Gracias!