Te quise

Coincidir sin aviso del destino,
Que se haga inesperada tu presencia en mi camino,
Verte flotar erguida con paso militar,
Mientras no miras a los lados,
Luciendo magistral tu coleta señorial,
Ataviada de humildes flequillos,
Con los que seguro juegan tus chiquillos,
Y les envidio, si les envidio
Quisiera ser, por una sola vez uno de ellos,
Jugar con tus cabellos,
Rendirme a tus mimos,
Está bien si te ríes de mis caprichos,
Detrás del telón de gente,
Me ensordece el ruido de tus ojos,
Gritando desde el tumulto,
Quisiera entender al menos un susurro,
Pero Ahora te esfumas y vuelves a la brega,
Me dejas como en otrora,
Aroma de intentar juntar las almas,
De Fundir dos sombras pasadas,
Resucitar lo que fue y no será,
Cantar la canción que atragantada,
Se quedó como tarea inconclusa,
Aquí te esperare sin excusa,
Hasta que tropiecen de nuevo nuestros sinos,
Y si no hubiera una próxima vez,
Recuerda que fui quien más te ha querido.