Viejas damas
Tristes mujeres que no murieron
cuando eran compañeras de Afrodita
y amarlas era como acariciar el terciopelo.
Tristes si no pusieron, como Dido, fin a sus días
sino que prefirieron envejecer como Penélope
y tejer hilos de araña con que enredar los días.
Flores mustias, seda envejecida,
ocultan su soledad en noches heladas
que ninguna sorpresa les deparan.
Persiguieron la felicidad,
la gloria de los pasados días.
Ahora, macilentas y terrosas, se angustian
si visitan la inmisericorde superficie del espejo.
Se hunden en la mediocridad y los prejuicios:
piadosas unas; otras, rencorosas, víctimas todas
de la celulitis y el reuma. Quizás merecían más,
quizás esperaban demasiado de la vida
y la vida les dejó sólo un espejo cruel,
la sombra sepia de las fotografías.
(de "Ordalías del nuevo ciudadano")
Comentarios & Opiniones
Jajajaja me has hecho reír no obstante el tema, sin dudas la juventud se va, llega todo eso que se forma genial describes y que no hay forma de mantener una piel, un rostro, unas manos y el espejo no miente ; pero ... Quien haya disfrutado del amor
Plenamente, de la ternura de un hombre, sus halagos, delicadeza, reconocimiento, etc, pues nada que temer, no hay que estar tristes, además si se asume la vejez con alegría, sin prejuicios, dignamente, somos igual de felices,cada etapa nos regala una
Razón para sonreír y sentirnos bellas de verdad, me ha encantado la obra me retaste jajaja un abrazo José, feliz noche por España
Muy triste poema. A ver, esto me interesa, ¿posee usted una filiación unilateral? Eso es lo mío y mis ancestros, el patrilinaje o varonía.
Cordial saludo y hasta siguiente obra.
Buenos días, Xio. Me alegra haberte hecho sonreir. Me encanta tu positividad, su alegría de vivir.
Tu irradias algo muy especial, un rostro alegre que irradia sonrisas y una belleza interior que nunca se marchita. Abrazo, amiga
Admirado amigo: supongo que por mi generación y lugar de nacimiento, el patriarcado era inevitable. Luego, en mi vida he tenido tiempo de ir revisando conceptos
Pero el poema no es triste. Es una visión clásica: la contraposición entre Afrodita y Penélope. Los hombres damos una imagen más lamentable, generalmente. Todos admiramos a Aquiles pero la mayoría acabamos como Agamenón o su porquero.
Abrazos
Caballero, encuentro vuestras letras intropectivas; siempre un gusto encontrar la trama dentro del arte que vos dibuja.
Reciba cordiales saludos.
Agradezco sus gentiles comentarios, estimada Dama Azul. Saludos cordiales