Me dijeron

Me dijeron que te llamabas Laura.
Saludabas desde el balcón,
del otro lado de la calle:
la avenida de Portugal es ancha.
Desde tan lejos, es imposible el diálogo,
un beso hubiera sido mejor palabra.
De ser posible, yo te hubiera dicho
que la diosa Minerva tiene
la cabellera como la cola de un cometa
y la mirada curiosa e inocente,
que, cuando duerme, tiene
sueños de espuma en las ingles
y acecha la presa con su arco de plata.

(de "Garabatos")