Más allá del sol
poema de Josefina Arévalo
Más allá del sol,
donde la luz no cansa,
donde el tiempo se arrodilla
y el alma danza…
Allí estás tú, mamá,
esperándome en calma,
con tus manos abiertas
y tu voz que nunca falta.
No sé el camino,
ni el día, ni la hora,
pero sé que tu amor
me acompaña y me nombra.
En cada amanecer que brilla
y en cada sombra que pasa,
siento tu risa tibia
como el sol en la casa.
Y aunque a veces me duele
no tenerte aquí conmigo,
llevo tu ternura en el pecho,
como un faro… como abrigo.
Porque sé, dulce madre,
que al final del viaje largo,
cuando cruce el último cielo…
serás tú quien me reciba
con el alma entre los brazos.
Josefina Arévalo