Ángel de Luz
Ángel de Luz
Nuestro
encuentro
en el camino,
Ángel de Luz,
no fue por casualidad,
tenía que suceder,
caminos que se
entrecruzan
por designios
superiores; y
tu súbita llegada,
inesperada, anhelada,
un milagro verdadero que
sólo Dios pudo dar.
Entre
fuertes
aguaceros
de tristeza y
soledad, de abandono
y aislamiento, desaliento,
oscuridad, la hojarasca del
destino quiso amor nos
encontráramos, que
apareciera a tu
vera, nuestros
ojos se toparan,
que manos necesitadas de
contacto piel con piel,
urgidas de roce
humano y del
humano calor,
en instantánea
vorágine de ternura y
de pasión quedaran
entrelazadas
probando su
suavidad,
su tersura,
y palpitar;
que nuestras
bocas sedientas
de labios y de humedad
se encontrarán de improviso
en besos tan esperados,
esenciales, prolongados:
un momento fulgurante
de entrega y
contemplación.
Tu
fuerza y
tu juventud,
tu belleza natural,
tu sentido del humor,
tu cándida sencillez lograron
enamorarme desde el
preciso momento de
nuestro encuentro
inicial. Y todo lo
cambiaría, ya
nada sería
igual, la
atracción
fue magnetismo
que a ambos hipnotizó,
fue alegría, fue ternura, fue
embeleso, amor a primera
vista, un atisbo
momentáneo
de pura felicidad.
Fuiste,
eres y serás
en mi vida trajinada,
la luz iluminadora, ese
rayito de sol que a través
de la neblina promete un día
radiante y augura grandes
proezas de trabajo por
venir, de logros, de
amor del bueno, de
plena realización.
Si Dios te
quiso a mi lado,
si él mismo lo estableció,
no habrá poder terrenal que
éso pueda cambiar, modificar
sus designios o
ponernos
a dudar.
Aprendizaje,
apertura, libertad sin
falsedad sin sufrimiento,
sin egoísmo, siempre con
sinceridad, consideración y
respeto: ¡Amor a carta cabal!
¡Crecimiento
y madurez
nuestra única
consigna!
Juntos
tanto como
quieras, por separado da
igual, lo importante
es disfrutarlo,
sacarle
provecho y ya.
Que nuestras
almas rebosen de amor
y felicidad, que nuestros
cuerpos se sientan honrados,
saciados, satisfechos
hasta el éxtasis
total.
Lo
nuestro
es sólo nuestro,
protagonistas tú y yo
¡Ángel de Luz!
Y durará
lo que dure,
lo que tenga que durar,
tiempo de Dios,
que es
perfecto,
nadie lo puede
alterar, ni forzarlo, ni medirlo
ni predecir que será.
JR
22.01.2018
Comentarios & Opiniones
Realmente muy hermoso tu inspiración es sublime,saludos desde la distancia amigo poeta