Estoy muerto

poema de "Joreman"

Estoy muerto

No alcanzo a imaginar, allí en ese ataúd, metido y apretujado
Vestido de blanco, con cintas y trapos de color morado
Sudando y sin poderse mover, tornándose serio y colorado
Se salen los olores putrefactos, todo ha culminado y terminado

Nos visitan y nos lloran, nos llevan en guandos, todos jorobados
Nos rezan, nos oran y recuerdan todo lo bello y lo valorado
También nos recuerdan los odios y rencores del ahorcado
El silencio carcome el alma y el aire arrastra todo lo forjado

Las lágrimas resbalan secas, del aguardiente y el ron tomado
Solo nos llevamos, lo comido, lo paseado y lo gozado
Los amigos se quedan tristes, del futuro incierto, preocupados
La familia llora, de abrazos y besos, por todos consolados

Camino al cementerio, se pone pesado el cajón mortuorio
La bóveda es angosta, su paso por allí es corto y transitorio
Se les recuerda el novenario por su alma y su velorio
Se entregan cintas alusivas, a los amigos con su recordatorio

Pasa el tiempo y los años, la tumba se llenó de maleza, en el olvido
Los recuerdos volaron, su lúgubre imagen ha desaparecido
Nadie pregunta ni visita, aquel sarcófago, sin letras desconocido
Allí quedaron las batallas, de sus cenizas, de sus luchas, consumido

La vida es tan placentera y de su naturaleza hermosa
Si nos rodeamos de familiares y amigos se torna amorosa y cariñosa
Darle gracias al Creador, por darnos esta luz esplendorosa
De amores y pasiones, con el ser querido, se torna valiosa y deliciosa

Todo lo que nos rodea, el día y la noche, de estrellas esplendorosa
Vivimos alegres y orgullosos, para morir tristes, de espantos temerosa
La muerte, es intrínseca a la vida, tornándose bondadosa
El silencio invade la estancia, de aires apacibles, tenebrosa

Estoy muerto, de huracanes que arrasan del paraíso, sin afanes misteriosa
Que importa, si la vida la gocé en forma vigorosa y de risas generosa
Voy raudo por los vericuetos del infinito, de la mano de mi alma maravillosa
Desde lo alto los diviso, que naturaleza tan exuberante y majestuosa

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga enero 23-2020