CONTEMPLACION ERIZANTE!

poema de "Joreman"

CONTEMPLACIÓN ERIZANTE!

Contemplarte esplendorosa, como la brisa golpea tu desnudez
Ese aire suave que ondea su cabellera, con remolinos de altivez
Misteriosa exuberante, de pechos erizantes, con algo de timidez
Armoniosa de cuerpo y alma, arrastrando idilios de exquisitez

Como arder en llamas, con semejante figura a contemplar
Si mis manos fogosas y algo temblorosas, acarician tus volcanes
Que piden a reventar y en mi boca, lava dulce encontrar
Y en sus cimas, lamer sus cenizas, hasta hacerlas erupcionar

Como bajar raudo de aquellas cimas candentes, pidiendo clemencia
Y perderme en aquella selva húmeda, impenetrable, bondadosa
Encontrando el laberinto, que lleve al éxtasis, prometido, sudorosa
Explorando a rabiar y como loco, encontrar lo hermoso, de una diosa clamorosa

Como impacientarme, si mis manos, alcanzan los botones de tus pechos
Si mi cuerpo quiere estallar en la humedad de tu ardiente intimidad
Si mi boca sedienta, quiere beber la miel de tus gemidos de pasión
Quiero reventar y hacer realidad, las lujurias de la cotianidad

En su sonrisa no hay perjuicios, restricciones ni pudores
Solo intensos, tiernos y suaves besos, que salen de tu boca, los mejores
Que dejan un sabor excitante y furtivo de apasionados amores
Labios deseosos, carnosos, que enrojecen en pasión de seductores

Como decirte lo que pasa, si tu desnudez, se refleja en mí
Como acariciarte, si mi deseo, se apodera de ti
Como susurrarte si mi boca está perdida, en la humedad de tu saliva
Como penetrarte, si mi cuerpo erecto, se apasiona por ti
Como decirte que te quiero, si mi alma ya ha penetrado en ti
Como parar, si tus ojos están llenos de locura y perdición
Que tu cuerpo pide a gritos, excitación de deseos, sin contemplación

Como despertarla, si duermes exhausta de tus exquisitos misterios
Como rozar tu piel, si aún estás erizante, en el silencio de tu cuerpo
Como decirte que no era fantasía, sino un cielo de alegría
Como decirle, que me has impregnado todo de ti
Si tu humor, ya hace parte de mi cuerpo herido
Como empezar de nuevo, sin que se marchite
La pasión de tu noble compañía

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla