¿Le gustará también le lluvia?

En noches como esta, de lluvia, me gustaría estar contigo, tomando un café mientras observamos el diluvio por la ventana. Mirar películas hasta llegar al sueño. Mirarte dormida por la madrugada, utilizar esa imagen como inspiración para escribir poesías, para que tengas qué leer cuando desayunas por la mañana. En noches como esta, me gustaría estar contigo para jugar a besarnos bajo la lluvia hasta terminar empapados. Divertirnos en la tormenta como dos locos enamorados. Y luego, ya en el hogar, desvestirnos, secarnos mutuamente sin dejar nunca de besarnos. De ternura colmarnos. Llegar al éxtasis de la pasión para que con locura vayamos a la cama a amarnos. Dejar de hacer el amor solamente porque nuestro cuerpo no da para más. Pero mirarnos y transmitirnos que queremos más y más. En noches como esta, me gustaría saber por dónde andarás y cómo estarás. Encontrarte donde sea que estés, para cuidarte. Por si tienes miedo a los truenos, me gustaría que en mis brazos encuentres alivio para tu estrés. En noches como esta, por si la pasas mal, me gustaría estar ahí para protegerte. Aunque en realidad es en todos los días con cualquier clima, que me gustaría estar contigo. Pero particularmente los días de lluvia es cuando quiero más estar junto a ti para serte útil de refugio y abrigo. Me fascina cuando llueve porque es como que mi alma se conmueve. Es en ese clima cuando anhelo con exceso tener a mi lado a esa chica de la que tanto estoy enamorado. La lluvia me hace sudar, por lo que genera en mi cuerpo una ebullición. Por eso siento esa necesidad de tener una dama que sienta mi llama y se deje consumir por la pasión. Pero no cualquier chica quiero que se queme en mi fuego. Solamente hay una. Esa por la que me sosiego. Sí, exactamente ella, la que al observar su exhuberante belleza, me dejó ciego. Afuera podría haber una tempestad que cause temibles alborotos. Pero sin dudas, la tormenta más violenta, la provocaremos nosostros...