Etérea

En el silencio del bosque
encontraba esta criatura
tan pequeña como un dedo
tan bella como la luna

de rasgados ojos verdes
y mejillas coloradas
de largas trenzas de plata
y finas alas doradas

una rota la tenía
lloraba desconsolada
en mis manos sonreía
en mi casa la curaba

entre pétalos de rosas
poco a poco se dormía
observando las estrellas
en su dulce fantasía

una lluviosa mañana
un suspiro me embargó
con lágrimas derramadas
en el cielo se perdió

dibujado en mi ventana
un pequeño corazón
volamos en sueños juntos
entre nubes de algodón