Me dejas

Aclamado por mi euforia
te fuiste lejos de mí,
pero tu rostro me llama,
con sus hermosas facciones
atrae a mi alma desolada.
No existe un consuelo
solo soy yo y mi desvelo.

Cuando al fin recuerdo
lo que nadie puede olvidar
me pierdo en el abismo
oscuro y tenebroso como lo dejaste,
pero no me quejo
no soy digno de ello,
a lo único que aspiro a mi resignación,
pero como resignarme a tus ojos
que son la única esperanza
de vida y felicidad que me queda…

Quizás solo deba dormir,
y olvidarte en sueños.