ARROMARSE ATOLONDRADO

ARROMARSE ATOLONDRADO

De sombras llena se acerca su desconsuelo
en su desventura me ha visto. ¡No lo sé!.

De caricias que dan pena pudo defenderse
y en traje entreteje al sol bebido ácido.

Era despojos en su habitación luminosa
al estar la espada hecha de hachas y paja.

Érase que se era barbada la tortuga rápida
en el destino la luz no usaba delicada ágil.

Nunca el oro había sido tan pobre fresa
no le sobra la incomodidad que ostenta.

No siempre la primera música es la mejor
en la lengua fiera el tartamudo es tenor.

Cítara y rana no hacen al coro sacro santo
adora la hermosura perdida el torpe topo.

En las ramas aquella
mueve montañas
y planta blanco río
temiendo mudanzas
desprecia piñas ya
perlas al ojo saeta
musa del plomo come
nudos del agua tibia
rema con manos ya
la luna no es la noche.

Empieza mal el placer
y tarde amanece ya
al eclipse sin mella
envidia teniendo ya
serenidad en el techo.
¡Vaya el mar a nadar!

Promete el cielo celoso
al perder caudal fiero.
¡Más cuidados mirad!
Suspende al arco veloz
y en el dedo al fuego
el clavel acoge casta
entinta seca pluma
el dolor al mejor
nada infame hace
en vez de papel aire
con poca sangre corre.
¡Hay de pies en pecho!
Hoy los ojos cierra
mañana arena siembra
en cuevas al silencio.
¿Qué firmeza ablanda?
Caduca de paciencia
todo hoyo es tumba.

Autor: JOEL FORTUNATO REYES P[EREZ