Esperpento, consecución del ser

poema de Joan Aniorte

Este es el mundo que con tanto espanto miro:
con las calles y sus niños
y su hábito de candor falso,
empequeñecido por individuos
que tanto saben de herir
que entienden de matar callando.

Ese es el espíritu,
la herencia de lo imperecedero:
lo indómito del incivismo,
la creencia infinita de creerse infinito,
la dominación de lo concreto y de lo abstracto,
la pena mayoritaria sublevándose en silencio,
la tiranía del esqueleto que deshace la piel
como el otoño que despeina las ramas de un árbol;
la muerte y el renacimiento:
el juego en el que todo avanza
y en el que todo empieza de nuevo.

Los años llegan de paso, manteniéndose al margen,
haciendo de cada cana al aire un gesto,
llevando la madurez a la torpeza del aire,
tiene su voz la conciencia para su propio detrimento,
las esquinas de una casa adoctrinadas por el eco
son la muerta imagen de un rostro que clama paz 
en sus adentros;
no importa cuanto sosiego entone el vacío,
donde diluya una lágrima de nadie,
ni que hoy se pare el tiempo
ni que el tiempo nunca pare,
hoy diferentes rostros siguen siendo el mismo.

Cualquier nombre sigue empecinándose al vacío,
creyéndose único en el ejercicio
de repetirse que en el mundo hay varios caminos
y digo, que por azar, cada paso es un destino.

Comentarios & Opiniones

Lorena Rioseco Palacios

Versos que retumban en esperpento y en una constante consecución del ser, miles de estrellas y un cálido abrazo!!!

Critica: 
Osler Detourniel

Excelente obra, felicitaciones. Saludos

Critica: