Sed del cretino

poema de Galan

No busco la fortuna
de la mísera media noche,
es simplemente el hambre
del calor aullante de piedad,
el que desentierra
las entrañas del herido.

Se complace en su delirio
con la sed del cretino,
esperando la linda sentencia,
que destrone a este impostor,
a veces la justicia
no entiende de voces ni jueces.

La supervivencia del se ahoga,
no saber respirar pero si llorar,
esperando la llamada
del iluso abrazo compasivo,
arrodillado en el auxilio
pidiendo pan al mendigo