Condicionado a pensarte a gritos

Dictadora de mis emociones, cómplice de mis sueños, la luna que me ciega como un sol de verano, que llora inviernos por tu arte primaveral.

Condenado a pensarte y afortunado de verte, como un niño en la noche de reyes no duermo, nervioso del regalo de tus curvas, atónito ante tu feroz mirada, asustado de tu sonrisa y en shock por tu cintura.

Seguiré tus miedos por el lodo,
seré la espada que blande tu espalda,
vi la aguja del pajar bailar por tus dedos,
alcance la torre de Babel subiendo por tus piernas,
me convertiste en adivino de futuros inciertos.

Condicionado a pensarte a gritos,
naciste en un barco de papel que llevaba un beso por bandera, capitana del navío que surca mis pensamientos, mariposa que retuerce mis recuerdos.

El rostro que aparece al final de la botella,
el verso imposible de los poemas,
zenit que brilla en mis oscuras cuevas,
la piedra que busco para tropezarme,
valkiria que me elige para enamorarme.