Improvisando

poema de Jesu M

Te conocí aquella tarde, me cautivó tu ternura inigualable, más bien sólo comparable con la que mantengo y llevo escondida. Te invité a pasar al caer la noche, nos miramos, nos aprendimos nuestros gestos, me miraste a los ojos.
Mirar los tuyos fue un deleite, sin tocarte ya te hacía el amor con la mente