Sin mapa ni Brujula
poema de Jesante
No sé qué hacer,
el mundo se abre como un mar inmenso
y yo apenas floto en su oleaje incierto.
No sé por dónde empezar,
cada puerta parece un eco
y cada camino
un bosque con niebla en el pecho.
No sé cómo voy a terminar,
si en la orilla de un sueño cumplido
o en un rincón de olvidos
donde nadie pregunta.
Pero sigo,
aunque mis pasos tropiecen,
aunque mi voz tiemble,
porque tal vez la vida
no se trata de saber el final,
sino de escribirlo,
letra por letra,
con las manos que ahora mismo
aún buscan su tinta.





