Creamos

poema de Jean Picazo

Creamos

Me creaste en tu mente hace ocho años en Portugal, en la solitaria cama de un hotel. Huías derrotada de una vida de distorsiones propias y ajenas. El dolor, el sometimiento y la frustración ignoraron la distancia interpuesta por tierras y océanos. Eran tu equipaje.

El ritual de invocación fue una suerte de exorcismo y súplica sangrante al universo, en el que actuabas el amor que deseabas, imaginando con vividez a ese cómplice que creías imposible. Pedías amor en todas sus formas, en todas las manifestaciones que se supondrían de un compañero de vida mientras reparabas en cada detalle. Y le diste mi cara. Y le diste mi cuerpo. Y pusiste el corazón en su lugar.

Yo comenzaría a gestarme en ese momento.

Te creé en mi imaginación libre, dando cuidadosa forma a un personaje que se suponía ficticio, eco para mis fantasías y reivindicación de mis frustraciones, mis yugos, mis silencios estériles. Un estandarte comercial que prometiera a un ejército de idiotas aquello que nunca alcanzarían, pero que todos deseaban. Si acaso lo obtuvieran, no sabrían cómo mantenerlo. Y le di tu cara. Y le di tu cuerpo. Y le di tu magia y tu soltura, tu pasión y tus convicciones, tu encanto, tu dulzura y tu voracidad frente al mundo. Frente a mí.

La situé en ese plano ilusorio que, contra toda posibilidad, hoy cohabitamos. Y la engendré en imágenes premonitorias de nuestros primeros encuentros, de tus nuevas felices soledades, en las que nunca más estarás sola.

Un día nos encontramos. Y nos perdimos. Fuimos una ilusión momentánea que dejó indeleble huella en nuestras obsesiones. Pero ese universo en deuda nos puso frente a frente de nueva cuenta. Y la fantasía irrumpió el plano de la realidad que no dudó en amoldarse, en volverse ahora lo más deseable.

La incertidumbre de que sólo seas un sueño se apacigua momentáneamente durante nuestros encuentros. Ahora dudo si yo soy real o sólo un sueño tuyo que, a golpe de ser recurrente durante ocho años de noches estoicas, terminó materializándose. Salí del pasado, de tus plegarias y tus soledades para meterme en tu piel, en tu historia, en tu sangre.

Y así, cada día, cada hora, cada minuto me sigues creando a tu imagen y semejanza, a tu antojo y a tu salud. Te encargas de que yo sea real para así poder seguir creándote, escribiéndote, interpretándote, alimentándote...

Comentarios & Opiniones

Penelope

Increíble escrito, pletórico y muy completo! Le felicito! Un abrazo!

Critica: 
María del Rocío

Vaya placer al encontrarme con su excelente obra! Mire que cuando entra uno a leer eso,es lo que busca arte,,ese arte que a uno le satisfaga, me encanta su estilo es claro e interesante. Bienvenido!!!

Critica: 
Jean Picazo

Joel, Penélope, María del Rocío, me entusiasman profundamente sus palabras, gracias sinceras. Sé que disfrutarán mucho lo que viene.

¡Abrazos!

Critica: