la calle del colegio

la calle del colegio

motivo de trsiteza
parecer dos perfectos extraños
o si no; como si lo fuéramos,
en la misma calle tantas veces,
a la misma hora: la una
a excepción del domingo
que su niña no asiste al colegio,
el mismo saludo tantas veces,
el mío; serio y formal
y un movimiento de cabeza,
ella; como asintiendo,
con su mochila de libros
la pequeña inquieta de su mano,
y sin tarea--según dice- brincando
y ella y yo
serios como pensando en distintos silencios,
pero no solos,
que nadie nos piensen solos en esa fracción de tiempo,
en esa calle tan ancha a veces,
tan larga siempre
entre sus trajines diarios
y mi disimulada contrariedad la observo
y cuando me mira no se que calla, o piensa,
mas a nuestro breve encuentro
mi corazón que usted no ha de creer
y mi desazón que a soñar empieza,
en esa calle que sueño
no por casualidad nos coincide a la una en punto
al menos un minuto,
dejando de ser a nuestro breve mundo
en esa calle del colegio
en que se vive y se sueña,
dos extraños en un mundo pequeño