La soledad de la princesa

El viento le susurraba que su amor se marchaba,
ella sollozaba entre lágrimas que por él suspiraban,
rugían como cantos atormentados a la luna,
que bajo su reflejo le cuidara aunque él nunca la amara,
su soledad la fue consumiendo mientras el tiempo la acariciaba,
nunca desveló sus miedos castigados en su alma.
Un día su desarraigo la condenó al pecado,
la soledad de la princesa fue desterrada de su vida,
las lunas velaron por ella mientras su cuerpo se consumía.
Nunca encontró fortuna,
siempre bailaba con el diablo.
Disfrutó miles de sueños en la piel,
miles de besos y caricias falsas a su alma,
llegó un día en que su pasión se tornó en dolor,
y su vida poco a poco la abandonó.