Una tarde en el parque

Aún recuerdo con cierta nostalgia
una tarde en el parque,
aquella era nuestra idealizada comunión
hacia un destino que sabría cómo acoger
a dos almas dispersas de la sociedad,
porque nada más importaba, ni nadie más esperaba,
solo el céfiro y su estela arbolada
llamándonos con confortable serenidad
hacia el banco de los espectadores
mientras veríamos las incontables horas pasar

Aún recuerdo el sol del verano
besando tu cándido rostro distendido,
apoderándose de tus suaves cabellos perfumados
mientras se deslizaba aquel exótico aroma
envuelto en una paz un tanto remota
de la que formamos parte sin darnos cuenta,
donde el cielo alhajado responde hacia nosotros
con álgida gracia que acompaña a los enamorados
y a sus susceptibles avatares furtivos
que hablan silenciosos en susurros solares

Una tarde en el parque
y aún recuerdo con cierta nostalgia gradual
aquella propicia canción de felicidad,
cuando estoy contigo
se pronuncian coloridas melodías
aflorando en un determinado sentimiento
que lleva a elocuentes imágenes iridiscentes
que nos deleitan en absoluta calma,
caminamos abrasados sosteniendo lo irreal imaginable
por una férvida avenida, iluminada por el sol agonizante
que recubre la atónita atmósfera primaveral
en un esperado beso que me hará recordar
porqué fue ese momento especial
del cual maté la soledad contigo y con nadie mas