Infancia

Siento un suspiro de muerte

y me aterra,

no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor,

lo experimentan con anormalidad,

yo puedo dar clase de esto.

Una neblina,

pasajera con olor a tristeza

y tierra seca,

óxido de tumbas,

me remonta a mi infancia.

Escaleras interminables,

laberintos de cuerpos sin vida,

me gustaba verlas y pensar...

¿Abrá alguna celebridad aquí?

Con el tiempo pasas y los saludas,

porque ya conoces sus nombres.

Aún recuerdo algunas,

una chica joven,

una señora madre de dos niños

y un hombre al que nadie visita,

una chica había muerto junto a su mejor amigo,

estaba a su lado.

Caminaba por los grandes ladrillos de cemento,

las lavandas huelen feo allí,

muchas familia que ver,

muchas flores que comprar,

muchos floreros que cambiar.

IARA MARÍA VILLEGAS.