EL CASTILLO DE DIAMANTES.

Siento,

como si todas las paredes del castillo cayeran sobre mi

y no hay nadie para rescatarme

y tampoco pretendo que lo hagan

tampoco quiero nada.

Estoy tan acostumbrada a estar así,

cansada,

desilusionada,

harta de oír palabras absurdas de consuelo,

que no levantan ni un muerto de su sepulcro.

Estoy cansada de la vida,

de la rutinaria y absorta,

de estar atrapada en ese castillo,

donde si comienzas a recorrerlo,

se hace cada vez más grande.

La soledad le murmura a la pobreza,

algo que no logro llegar a comprender,

es silencio les dice que los viste

y ambos dejan de murmurar.

Es como si cayeras por un vacío,

sin fondo

y en ese instante de soledad...

sólo sintieras paz.

Estoy harta,

de que la sociedad actúe como animales

y que los animales sean mucho mejor,

que muchos humanos.

Espero que algún día,

podamos comprender las cosas,

seamos capaces de amar y ser amados,

en un mundo sin maldad.

IARA MARÍA VILLEGAS.