Para arrebatarte la ropa.

Para arrebatarte la ropa.

Deje sobre tu mesa unas flores con olor a perdón,
Y sobre la silla vacía, un recuerdo trasnochado de mi cuerpo cuando lo hacías brillar.
Me abrí el pecho y Salí a caminar sin rumbo;
Como brújula escogí una Tanga que dejaste tirada junto a mi peor pesadilla,
Aquella que no te dejaba dormir y sofocaba tus gemidos para luego explotar.
Salí a caminar mirando hacia las ventanas de la vecindad,
Oliendo los rincones de los callejones donde fuimos gatos en celo.
Me abrí el pecho y decidí no morir; simplemente esperar a que volvieras a florecer
A que acudieras a mi cama mientras te invento un volcán o una ola mediterránea;
A que mi boca te ataque y mis dedos hurguen en tus deseos de ser restos de naufragio.
Hoy Salí a encontrarte, a tejer mi vida alrededor de tus pasos perdidos en esta calle
Hoy Salí, buscando tu sombra en los callejones
Mientras tú, en algún limbo de hotelucho de 5ta
Esperas mis dientes para arrebatarte la ropa.