TE CUENTO QUE AÚN TE CUENTO

poema de HEHO

Hace unos días conocí a alguien,
y creí que sería lo de siempre,
La misma charla trivial; también
No esperaba mucho de septiembre.

Evoco los días de ayer,tan bien,
Que no reparo mucho en octubre,
Reflexiono y me rasco las sien
Caminando con cierta pesadumbre.

¡Certezas tuve¡ ¡Qué inocente!

Hoy el destino y el azar se ríen
Pues quedó otra cita pendiente.

Andaba por avenida apatlaco,
Eran cerca de las dos de la tarde
Hacía frío y fumaba un tabaco,
Miraba atento lo que ahí se vende

El tesoro a los ojos se esconde
Entre los cachivaches que tienden
A diario los chachareros;ahondé,
Pues algunos objetos sorprenden
De encontrarse ahí olvidados.

Con un poco de suerte y diez pesos
Me hice de un ejemplar de Unamuno,
Contento y con el libro en las manos
Seguí caminando, felíz como ninguno.

El sol parecía una gran perla opaca
Detrás de tantas nubes grisáceas.
Iba pendiente aún de los libros
Uno nunca sabe sobre los
Tesoros ahí escondidos…

El desatino de mis pasos y el morral
Donde todo lo guardo, casi siempre
Me han acompañado , fue natural
Ir distraído acomodando el desastre
Que hay entre cuadernos, libros basura Y colillas de cigarros,
nunca me ha gustado tirarlas por la calle después
De haberlos fumado.

Entre esa acción y la ruta que quedaba por delante, choqué
Con una persona, y de manera
Muy grosera, rugió que me fijara.

Parecía molesta y no tolero gente
Airada; así que sonreí y me disculpé,
Seguí caminando como si nada.
Sentí una mano en mi hombro, paré
Y ahí estaba ella, pensé que querría
Pelea,pero no fue de esa manera
Se disculpó por su reacción exagerada
Explicó que había tenido una mañana
De mierda, quería irme enseguida,
Pero al verla serena me pareció linda
Así que me quedé a escucharla,
Una vez terminó de relatar su mañana
Complicada, reparó en que llevaba
Un libro en la mano, se trataba de niebla, dijo que también le gustaba
Unamuno, así inició la charla.

Hacía mucho que no me prestaba
Para conocer gente nueva, siempre
He tenido una personalidad huraña,
Caminamos por las calles del sitio
Creí que no teníamos rumbo,
Fuimos intercambiando preguntas
Y respuestas, comenzaba a parecerme
Trivial y absurda la plática, pero gusto de las Caminatas, arribamos a las canchas que hay en Juan Alvares,buscamos
Un lugar para sentarnos y evitar la lluvia, que había comenzado
Hacía unos instantes.

Ya al resguardo, seguimos conversando
Hablamos sobre la vida, la familia
Los amigos, la ciencia y la poesía
De los nahuales y los bruj@s
De las historias de su pueblo y el mío
Me dió un paseó por sus memorias
Y yo no pude evitar invitarla a las mías,

No podía creerlo, y la sonrisa tonta que hoy me habita al recordarlo, no me deja negarlo, Estaba tan preso de sus ojos, su sonrisa, su voz…

El tiempo pasó, sin darnos cuenta, la lluvia cesó y la tarde comenzó a pintarse de violeta, no quería irme y tampoco ella, propuso tomar té o café en su casa que no estaba muy lejos del parque,retomamos la caminata, me sentía embelesado en su compañía.

Al llegar a su morada titubeé por un instante, me sentía ebrio de risa,

Pasamos,era una casa grande, tenía
Muchas plantas, en un jardín enorme
Las enredaderas subían por las paredes eran lilas me parece, moradas de pasión escalaban un balcón que se encontraba lleno de rosas de varios colores, al centro del jardín había un viejo amate, frondoso y hermoso como lo son dichos árboles, había una mesa
A un lado del árbol con sillas de madera tallada, me parecía irreal la escena, al fondo había un ventanal que parecía dar a la cocina, me invitó a tomar asiento y caminó hacía la entrada, no me senté en seguida seguía observando las plantas pues estaban muy bien cuidadas, después de un par de minutos salió con una charola, dos tazas, una tetera y galletas caseras,o al menos lo parecían, tomamos asiento, sirvió las tazas y seguimos charlando.

Pregunté si vivía sola, pues no escuchaba más que el rumor de las casa vecinas
Contestó que no, sus abuelos y su madre vivían con ella y de momento se encontraban afueras de la ciudad, poco a poco la noche
Se anunció con esa bella danza
De sombras tan propia de esa
Transición entre los mundos
se fueron encendiendo las lámparas que se encontraban sobre nosotros.
La escena me parecía deliciosa,
Bebimos y seguimos charlando
De esto y de aquello, no había reparado en la hora.
Pues no quería retirarme.

Por cortesía pregunté, me respondió que eran cerca de las nueve, cuestionó
Si ya tenía que irme, respondí que no,
Y sonreí nuevamente,sonrió de vuelta
Y me preguntó si bebía algo más fuerte.

Reí al decir que me encantaría un mezcal o aguardiente, ella rió también al confirmar que contaba con mezcal
De Aguascalientes, entró de nuevo
A la casa por un instante y regresó con un guaje y dos jícaras de amate, parecía tan ideal el deleite de su compañía, su talante, bebimos
como dos viejos amigos.

Era lunes pasaba de las 11 de la noche, reíamos por el desencanto
De las relaciones humanas y no humanas, no podía dejar de sonreír al escucharla hablar sobre sus pasiones,
Tan locas y alborotadas como su abundante melena castaña, ya no había mezcal en el guaje,solo un poco de té y marihuana.

Después de algunas bocanadas compartidas, comenzamos a vernos más allá de las pupilas dilatadas
Eran ya tan de soslayo los deseos.

Me limité a mirarla y mirarla, tan de cerca y con las respiraciones entrecortadas, deseaba besarla, pero
No me atrevía, cerré los ojos un momento, estaba en una especie de trance, escuchaba mi corazón palpitar
Fuertemente, ¡Qué osadía la de su alma al posarse sobre la mía¡

Sentí la calidez de sus labios sobre los míos, me abandoné a sus manos que acariciaban suavemente mi nuca, desperté y la ví nuevamente sonriendo
Me turbé y quise irme en el acto, hoy sé por qué me detuve, y no seguí adelante a pesar de mis ardores.

Le dí un fuerte abrazo, coloqué un último beso en la comisura de sus labios, sonreí nuevamente, tomé otro trago de sus ojos y al decir gracias,tomó mi mano dulcemente
Y dijo: espero volver a verte.
Crucé su puerta con cierta nostalgia,
Al ir de vuelta a mi casa, la noche me pareció deliciosa, hacía tanto que no me sentía ebrio de mariposas.

Han pasado muchas cosas desde que te extravíe en esa niebla de sueños y pasiones, probablemente sea una estupidez no seguir mis instintos, y faltarle el respeto al amor y a los besos, qué impropio es llevar el corazón en las manos y la cobardía en los recuerdos.

Te cuento, que aún te pienso
Que aún te llevo
Te cuento que te cuento todavía
Antes y después de descubrir tesoros…

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS rh

Hola HEHO.
Un gusto leer ese trozo vivencial que se queda en el recuerdo. Mucho se puede curiosear y experimentar en la vida, pero cuidarse del polonio 210 (publiqué un poema relativo a eso) y el alcohol. Y con buena salud, valen más los tesoros...

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Saludos cordiales y hasta nueva obra.

Critica: 
Xio

HEHO que maravillosa historia,que difícil despegar de un encuentro tan motivador, que generoso respeto al amor y a los sentimientos; todo un caballero de los que no existen casi;ha sido un inmenso placer la lectura que me ha tomado de la mano,gracias

Critica: