Tu cuerpo es una montaña

Sí una montaña:
Allí es donde veo dos piedras.
Siempre cuando las toco,
Se vuelven bolas…

A mí me gusta la poción caldosa,
Que huele la flor
y que sale del centro de la montaña,
Siempre cuando las toco:
Dichas dos pulcras piedras.

Un día puse mi dedo indelicado
Dentro del sagrado agujero,
Donde sale la aludida poción caldosa
Y mi dedo, me volvió nuevo
Con un perfume de crema exótica.
Hasta hoy, nunca he querido limpiar mi mano…
Cuando limpio mi dedo,
Es con mi lengua
Y con mi saliva, que lo hago.

Me gusta el dulce viento
Que sopla
Que descansa
Que vuelve a soplar
Que sopla, y requeté sopla,
Siempre cuando las toco:
Las dos piedras

Te quiero,Señora montaña:
El amor es un arte marcial
Ya tengo el cinturón negro
Solo pensando en ti….

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