Vestido rojo

poema de Hanakiirono

Estoy esperando, noche de verano. Las calles oscuras solamente iluminadas por farolas solitarias cada 15 metros. Miro calle arriba...nadie, miro calle abajo...nada. Me apollo contra la pared y espero, siempre espero. Llega un coche, es él. Aparca delante mío y me mira. Yo me acerco y deslizo las llemas de mis dedos por el capó del golf GTI llegando a la puerta del acompañante. Entro. Él me sigue con la mirada intrigante, fija sus ojos en mis labios rojos luego en mi vestido rojo... "Me gusta" dice. Curvo mis labios en señal de satisfacción. Brua el motor y comienza la noche.