Musa De Occidente

poema de EGOS

En invernales horas e infernales momentos,
Viene a mi corazón la calma y la verdad,
Al recorrer el feminice aparecen sentimientos
De paz, dulzura, éxtasis, y serenidad.
Escapan los pensamientos de mi cabeza,
Y dibujan para mis ojos una forma celestial,
Tan pura, tan hermosa, tan blanca de maleza
Con valles, montañas ambientado en cañaveral.
¡Es una dama, la más pura, la más bella, la verdad!
Exquisita hermosura de incomparable suavidad;
Con largas cabelleras sobre sus pechos desnudos,
Tierno avistamiento que me deja mudo.
Dulce noche y peligrosa atracción. Esconden sus ojos,
También su corazón, encontrase la más divina belleza,
Algo interminable que jamás cesa.
En sus valles y montañas se ha perdido, mi esclavo corazón,
Que ha prometido… adorar la fantasía y la verdad femenil
Que puede ser amante estrella o ser belleza vil.
Mis ojos recorren la opaca extensión de cabeza a pies, de mente a corazón,
Y en el camino encuentro una ilusión,
De atrapar la belleza o liberar la canción.
Más me pierdo en su cintura,
Y el éxtasis… vuelve. Pierdo la cordura
Prometiendo desde lo más hondo de mi pecho el más importante y simple hecho.
de venerar con férvida devoción, la belleza pura, musa de mi corazón.
Con sus oscuros ojos y larga cabellera,
La más hermosa sobre toda la tierra.

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

EGOS gran placer la lectura de tu interesante escrito, saludos.

Critica: