ya nadie se anima al amor

Han ganado la batalla aquellos sin compromisos
los que solo quieren por una noche.
El amor ha pasado a ser problema de los tontos que lo optan,
lo superfluo se ha convertido en el protagonista de las nuevas relaciones.
Ya no hay cosquillas en el estomago, ya no hay esperas, ya no hay problemas.
No generamos recuerdos, porque hay que vivir el presente,
ni generamos futuro porque hay que vivir el ahora.
No planificamos, no nos enamoramos, no creamos.
Al fin y al cabo, solo estamos.
La primavera no sabe que hacer con sus flores, las golondrinas desorientadas
no saben a quien cantarle.
Los bancos de las plazas, viejos protagonistas de grandes declaraciones de amor,
hoy se encuentran vacíos, atónitos, sintiéndose culpables de haber cambiado el mundo.
El mundo cambio, pero no culpa de los bancos, ni de las golondrinas
simplemente cambio porque nadie se anima al amor.