De López y de su triste imagen

“Que del cielo ya lo bajen . . .”

La fotografía no miente
acerca del presidente:
se ve a López desolado,
desgarbado, atribulado.

Cabizbajo sin orgullo
dentro del complejo suyo
un hombre viejo cansado
cada vez más encorvado.

La vista clavada al piso
ante realidad sumiso
pensando en sus otros datos
los utópicos ingratos.

Ensimismado semblante
de perdido “gobernante”
con esa actitud sin prisa
arrastrando la cobija.

De cero personalidad
y toda la calamidad
de unas manos en las bolsas,
¡ay, qué cosas tan fachosas!

Que implican un rasgo insano
de flojera, de desgano;
mal la oscura vestimenta
sin planchar optimismo ahuyenta.

No va bajando del podio
más parece va a un velorio
a la mitad del camino
sumido en triste destino.

Habla el corporal lenguaje
explica el pobre bagaje
que carga el otrora peje,
se avizora así el despeje.

Porque esa infame postura
destroza la investidura
del Alto Jefe de Estado
moralmente derrotado.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 07 de diciembre del 2021
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