Ciego

“De pobre ser, . . . no lo niego.”

Hoy, que me vi en pena con mis ojos de ciego,
desentrañando el alma en el sosiego,
desechado en un vacío inerte, vano,
transitando sombrío por seco llano.

En solitario absorto, divagando,
paria, a la deriva sin don de mando,
descalzo, inanimado, trashumante,
insensible ser delirando incesante.

Ante la humanidad muy desolado,
un personaje triste . . . resquebrajado,
exteriormente careciendo de todo,
luciérnaga negra atrapada en el lodo.

Sucumbiendo en las quijadas del hambre,
ávido de ilusiones parezco fiambre
conviviendo entre fauces de miseria,
esta quimera mía . . . cosa tan seria.

Sin lazarillo, cruzo sendas ignotas,
ojalá que lloviera y me guiaran las gotas,
necesito bastón, urgentemente,
cual sensor, como luz que sea vehemente.

Pues he tropezado con troncos, con piedras,
con árboles chocado en las tinieblas,
mis heridas son extensas, no breves,
cayendo voy a un abismo sin redes.

Deseo un mundo plano para bien pisarlo,
sin curvas traicioneras transformarlo,
pero, es imposible estoy en la penumbra
parece que mi ser a perder se acostumbra.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 30 de septiembre del 2014
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