Sonrisa al sol

Sabías que cuando llegaras al cielo
Desatarías la tormenta,
Que las raíces se nutrirían del infierno,
Y tus demonios despojarían a las aves de sus nidos en invierno.

Seguiste regando con lágrimas,
Seguiste fertilizando con fuego,
Seguiste a la sombra de ese árbol,
Aun cuando debiste decir hasta luego.

El micelio de tu espíritu rebelde
Te llevó a lo más profundo de su corteza,
Hoy tiemblas y sollozas bajo el árbol,
Repites su nombre en sílabas y con torpeza.

Has atado la soga muy alto y caíste,
Las ebras son cobardes y temerosas,
Tu silencio es un lago de negro dolor,
Donde tus musgosas esperanzas reposan.

Has pisado ya el pantano,
Ningún libro va a salvarte,
Aun cuando te tiendan la mano,
Ya nadie puede sacarte.

Devolverás la sonrisa al sol,
Mientras él hace el amor con la neblina,
El oscuro bosque te hundirá al despertar,
Con recuerdos que te pondrán encima.

Tus piernas van a abandonarte,
Y cuando tu cuello decida por fin irse,
Será cuando vas a cuestionarte,
Sólo será una vez y no va a repetirse.

Cuando el fango entre en tus pulmones,
Y tus ojos sean como la luna,
Sabrás que no querías ese final,
Pero que la amaste, como a ninguna.