SEIS POEMAS AMOROSOS

I
Cada momento canto para que tu regreses,
canto a través del viento para que te solloce.
En tu pensar mi voz, como un beso te roce,
para que no me olvides,y me pienses mil veces.

Siente mis pasos rápidos merodeando tu cama.
Como un Ángel quisiera protegerte día y noche
para mirar tu cuerpo caminar por el aire
encendiendo las nubes , igual que los crepúsculos.

Pensar tanta nostalgia, y sentirte lejana,
hace flaquear el verbo de mi ser convertido
en un suspiro abierto, por el sol de la tarde.

Las sombras se dispersan por nuestros cuerpos rotos,
como tímidas bocas, pronunciando las letras
que se llevó el verano en sus pálidas horas.

II
Quiero gritarle al tiempo, hasta quedarme mudo.
Quiero mirar sus ojos hasta quedarme ciego,
y oír su nombre amado, hasta quedarme sordo.
Y luego caminar sobre las aguas,
de algún mar olvidado por cartógrafos tristes.

El cielo es demolido, la luna es roja sangre,
y en todo este ajetreo de poder y nostalgia
sulfuran a lo lejos las estrellas copiosas
titiritando solas en medio de una noche.
Solo yo y tu sabemos enumerar los días,

aquellos que rociaron de paz y algarabía
los retazos amables que tanto nos gustaban.

Pero tu bien decías, que al tiempo le temías,
porque luego se roba los besos que te aman...

III
Tu piel esteriliza mi rigurosa forma,
cuando esculpe sus poros delicados
en el trasfondo exótico del cuerpo.
Allí te bebo a tragos, hasta el agotamiento,
hasta que se desinfla la luna
o el sol se desperdicia en el ocaso.

Todos llevamos códigos ocultos,
por eso conversamos con el aire,
bien lo dice la carne, cuando abre sus válvulas rojizas.
Vamos soltando símbolos, por eso nos besamos los labios
cuando las ojos clavan su perfume.

Nosotros escogimos el amor, lo hicimos nuestro
lo sumergimos en risas y en silencios,
lo paseamos con alas y desnudo,
y pensamos llevárnoslo en el alma
para seguir palpándolo en lo eterno...

IV
Tus ojos encendieron mi alegría,
y pintaron mi corazón de amor.
Hoy pregunta mi ser ¿Que pasaría,
si de pronto volara tu fulgor?

Eres candida y dulce, vida mía,
eres amable y delicada flor,
que suavemente fluye, sin tardía
estresante, que nos cause dolor.

Siento la paz, y nunca cesaría
de amarte, ni destruiría el color
que irradia tu hermosura, sintonía

de amor resplandeciente, tu calor
me alimenta, como la luz al día
aventándole besos de vapor.

V
Amaso con mis labios la imagen de tu cuerpo,
y respiro el profundo sabor de tus caricias.
Siempre serás el canto que brota de la vida,
la sustancia brillante de un pasado feliz.

Dejaste satisfecho el impulso del alma,
por eso te describe mi razón con ternura,
por eso no te olvida mi corazón alegre,
por que tú nos llenaste los ojos de armonía.

Hasta donde tu llegues mi ternura te alcance
y prodigue reposo a tu calido ser.
Y en tus noche bendigo, tus sueños con mis besos

para que en mis deseos puedas sentir amor.
Y si un día quisieras borrar todo recuerdo
solo quita en silencio, de tu pensar mi voz.

VI
Apriétame en tus brazos hasta el alba,
no dejes que el amor desaparezca.
Cierra tu piel al mundo, y en mis ojos
abre otro mundo con tu ardiente llama.

No dejes que se apaguen nuestros labios
aunque mires que la ciudad hondea
como una gran ventana en el asfalto
intentando colarse en nuestras manos

El tiempo indivisible nos contempla,
y un espejo de alegres emociones
se pega dulcemente en la conciencia
precipitando el alba con un beso...

german g