La llave

Quiero obviarles a Ustedes sin cuidados... que:
En el principio era el verbo.
que después se devino en los cantos
florecidos en triunfos y llantos.

Y para siempre alabanzas
de las pasadas eras y los futuros años
a las clerecías de grandes juglares
vates de las hermosas testas laureadas,
y los grandes corazones de misterio.

Loas a la cofradía que tiene mayordomía
para los mundos de ensueño,
germinadora de compuestos esclarecidos
con bendecidas e iridiscentes escamas
y con tinturas de añorosos beleños.

A todo público se invita sin condición
solo necesitan ser mendigos de los sueños
para el zozobroso y fúlgido cuidado
de devenirlos a este lado del espejo.

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