Como en casa -------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Estaba otra vez perdido mientras presenciaba lo que conocía.

Me di cuenta que el tiempo no existe, pues es solo una ilusión del posicionamiento de nuestra alma.
Podía recordar lo que había pasado hace 5 años en segundos mientras no era consciente del presente.
Concluí que casi siempre podremos sentir las verdaderas cosas una vez perdidas.

Mientras las lágrimas de la tierra me empapaban de incertidumbre logré divisar algo en la lejanía.
Comprobé, como me lo esperaba, que se trataba de aquello que más anhelaba
El antiguo árbol seco de tanto desamor, de ser y no ser.
Aquel árbol en el que escribí cuentos con mis pensamientos, lo que esperaba todo los días para poder verlo.
Era magnífico, y sencillo.
Era un todo, en medio del vacío.
Ver a sus secas ramas intentando tocar el corazón del alba que se escondía bajo una armadura gris me dejó con incertidumbre.
Tenía más vida que cuando estaba vivo a los ojos de los demás.
Se había deshecho de muchas cosas para intentar llegar al destino, aunque para los demás no sea correcto.

Había dejado de ser el mismo.
Estaba contagiándose de sus pensamientos.
Iba a ser libre.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Frider muy buenas letras,de lo real a la poesía,saludos cordiales.

Critica: 
Joelfortunato

Frider: Respeto, saludos y amistad le envío: Agradable escrito, tierno, descriptivo, suave, especialmente lúcido, de nobles sentimientos. Un gusto leerlo.

Critica: 
Mac1965

Un placer leerte. Saludos cordiales

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