Las horas que quedan
poema de Francissko Estro
Resuenan las horas de otoño cansado,
espuelas de llanto retienen esencias
que vuelcan sus plumas de sol encerrado
en nubes de flores de rojas presencias.
Las manos se inquietan de río azulado,
se buscan en lámparas verdes demencias;
sombrero de lilas se troncha incendiado
en testas de mármol que ahondan carencias.
Las rosas frecuentan la espuma instintiva
que cae del alma, que fluye sin boca...
herida o semilla que sube tan viva
y desde su karma se extiende y provoca
la muerte que inclina su pálida oliva
moviendo su lengua que horada y no toca.
Comentarios & Opiniones
Un gusto pasar por vuestras buenas letras
"Las manos se inquietan de río azulado,
se buscan en lámparas verdes demencias"...
Reciba mis cordiales saludos
MUCHASS GRACIASS, Gabriela, realmente agradecido... saludos fraternales!!!
Otro hermoso soneto nos compartes Francisco felicitaciones y muchas estrellas.