Me rompiste a mi nombre

Que te destruyan el corazón, a tu nombre y sin que sea decisión tuya, es lo peor que me han hecho.
Acostumbrada, como siempre, a que me rompieran el corazón por amores no correspondidos, esto es otro nivel de dolor.
Porque fue por mi, para salvarme, por amor.
¿Tiene sentido que te destruyan y te digan que te están haciendo un favor?
Me dijo que me dejaba para evitar mi sufrimiento, mientras rompía mi alma en dos y clavaba dos cuchillos en medio de mi corazón. Pero quién sabe, quizá solo fueron unas palabras bonitas, para no dejar en evidencia la realidad: Que yo fui quien se enamoró más.
Y no sé por qué me esfuerzo en quedarme con lo bueno, cuando se esforzó tanto en teñirlo todo de gris, todo lo que antes tenía color. Con su indiferencia a mi angustia, que quizá creyó justificada. Con su silencio, cuando hablando desde el principio, no habríamos llegado hasta aquí. Cuando yo lo ame tanto, cuando yo lo amo muchísimo.
Y me mata saber, que a pesar de todo el daño, a pesar de todo el dolor, aún lo perdonaría, con el alma partida en dos y con mi corazón lesionado, que apenas siente, que está algo dopado.
Lo perdonaría una y mil veces. Porque sigue resonando en mi interior una voz que me dice que en su inocencia, de verdad creyó que tomaba una buena decisión, que de verdad lo hizo por amor, sin saber, en su ignorancia, que me destruiría, quizá de forma irreparable. Prefiero creer eso, prefiero justificarlo, aunque el universo me diga a gritos que tengo que odiarlo.