un 30 de junio

poema de Francis

Un 30 de junio recibí la mayor de todas las bendiciones.
Un hijo al cual amé desde su concepción;
El que hiso mi sueño hecho realidad,
Mi alegría diaria, mi amor eterno.

Por ti agradezco todos los días al Señor,
Y a él le pido que te cuide, proteja y oriente en mi ausencia.
Desde ese 30 de junio, Soy un padre bendecido y feliz,
Por ti mi amor jamás tendrá límites o condiciones.

Solo deseo que seas feliz.
Y que recorras siempre el camino que Dios trace para ti.
Que el señor te bendiga, hijo mío,
Que hoy y siempre ilumine tu corazón de bondad, Amor y paz.
¡Te amo! Hijo mío!

Hoy 30 de junio, Disfruta tu día, mi ángel,
Y todos los días aprovecha la vida,
Como el gran regalo que eres para mí,
Sé feliz, es sólo lo único que te pido.

¡Feliz cumpleaños mi amor!