Mi madre

Mi madre hermosa y bella
sólo la puedo comparar
con el cielo lleno de estrellas.
El amor de ésta azucena
blanco puro y sincero
cultivado en el campo salvaje
no me atrevo a pedirle siquiera
que me regale un poco de amor
porque todo me lo ha dado
con su mirada tan tierna,
sólo quisiera pedirle
que su vida sea eterna.
Sus manos hoy retorcidas
que ayer golpeaban con firmeza
las siento mucho más suaves
cuando recorren las mías,
como queriendo entregarme
la fuerza de toda su vida.
Madre que me diste
esa savia que hoy tengo
ojalá que nunca me abandone
la fuerza que me dio por dentro
para ayudar a los desvalidos
y al que necesita un consuelo.
Te doy gracias nuevamente
por haberme heredado ésto
nunca es malo ser bueno
con los que nos odian o los nuestros
lo difícil es llegar muy alto
lo difícil está en comprender lo ajeno
y llegar a ser justos y serenos.
Gracias madre por ser mi madre
gracias madre por llevarte aquí dentro.