Esencia

Esencia

En el alma el
color de la noche interna,
reflexión lumínica,
como una ilusión,
como un destello
que pasa raudo
bajo el dintel de la puerta.
Es otro sueño, igual fulgor,
como una nube en el cielo,
sostenida en la soledad.
En el día la seguridad
de entender lo que de mí conozco,
es un laberinto donde encuentro
las claves del alboroto:
Ideas peregrinas de mi esencia:
Se que dónde el cosmos termina
no brillan las estrellas, vacío.
A través de la ventana
fijo la mirada en los valles y
en el desierto.
!Allá vuela una ave,
imagen fugitiva, oigan el
sonar tranquilo de su vuelo!

El Azar de la Vida

Me abatí sobre la tierra y
no sabía a que vine,
un día cualquiera
me uní con ustedes,
los vi en un sueño,
de manera viva en la
creación de mi mundo.
Ya liberado y
junto a las estrellas que del
elevado cielo cayeron
viví el transcurrir de la vida.
El tiempo arregló
la tarde, las voces en la niebla
saludaron al sol que moría
entonando una melodía.
Pero el horizonte aportó
una compañía extraña,
detrás de los cristales,
las tormentas,
humedad entre las piedras,
realidad del sueño:
!Prisioneros del tiempo
sumergidos en el
azar de la vida!

Señales

Luz que encontró una nueva vida,
un papel en el que la vieja historia
escribe la misma cosa para
nuevamente olvidar lo que se expone.
Devoro sí, el fuego es mi hambre,
llama que equilibra
la propensión a sumergirme
en mi mismo con el bloqueo de
las imágenes pasadas.
El juego, la vuelta,
el antes y el después, el café,
el tiempo que utiliza la
prioridad de hacerse más rápido cada
vez, los hermanos, la escuela,
la simiente, el ruido de la
música en las venas.
Historias que al mezclarse
flamean en un bosque
en el que soy una sombra
que expone y envuelve la noche
como bruma de sueño.
Ilustraciones, libros, lápices y
papeles, flores, recuerdos,
un nombre perdido, señales de vida…
y muerte.

Sombras en la noche

Soy eterno navegante
en la profunda
soledad del mar,
alma destinada al olvido.
Escucho cómo los
sueños se deslizan en silencio
labrando el cauce de
una turbia corriente,
es la voz de la tormenta
que proyecta sombras y
lúgubres presagios,
esparciendo el
aroma de mi llanto.
El tiempo resbala
imperceptiblemente,
estrujo sombras en la
noche elaborando
mi desvelo y
antes de que los
sueños se despierten,
(nieva en mi memoria)
serán borrados de
inmediato por el viento
deshojando el olvido de mi tiempo:
duele en el centro del alma
el no haber sido nada ni nadie.

Causas de las Causas

Las estrellas son
el resuene de los ecos del pasado.
Vean la cara de la inteligencia,
observen completa su
naturaleza y aprendan:
La aurora es la madre del día,
alegría que da vueltas en
el cielo con todo su fulgor
dando paso a la noche.
Con su memoria
se abre al mundo y
entre el color negro y
tranquilo muestra a sus
hijas blancas, las estrellas,
cobertura de la tierra y los cielos.
Son ellas el himno de la esperanza,
el alma firme de la luz
la armonía, la imaginación,
ola del pensamiento,
miel de un sentimiento,
alegría que en el
aire deja su rastro,
Ilusión que vuela sobre las flores,
voces que cantan
en las alas de los pájaros
que en el bosque vuelan,
ecos que vienen a nosotros
sin saberse de donde.
Quizá sean ellas el verbo
del alma inmensurable,
la cual dice al hombre:
En la vida soy la llama,
¡Causa de las causas!