La dama del dominó.
poema de Michael Castle
Cómo bella flor en primavera
la tarde al juego se abría,
y así finalizaba su espera,
en las ganas de verla sucumbía.
La veía entrar por la puerta,
siempre acompañada venía,
pero a él nada le importaba,
con íntima mirada la envolvía.
Coqueta del dominó disfrutaba,
su sonrisa iluminaba el juego,
y él como un tonto la miraba,
estaba jugando con fuego.
Ella era esclava de las fichas,
su vista no levantaba, que pena,
él solo su escote observaba,
si pudiese tocarla, que dicha.
Por sus ojos un instante cruzó,
fue como un disparo, o una flor,
ella una tímida sonrisa le regaló.
y
"Atiende al juego, ella le reclamó,
él solo con su cuerpo soñaba,
hermosa, en sus deseos, caló.
Comentarios & Opiniones
jajaja, que bien!!Ella inmersa en el juego y él seducido por su sonrisa, pór ese carisma, esa alegría, así sucede, tal vez ella ni lo presiente; muy a propósito la foto, me encantó de verdad, un abrazo querido cubano, que tengas un feliz día Michael.
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