El sonido de la lluvia.

El sonido de la lluvia incipiente
asalta sin temor mí ventana
mis oídos y mi mente,
de felicidad llena, las heridas sana.

Las gotas, con inusitado ritmo
convierten mi cuarto en concierto,
imagino los acompañamientos,
los instrumentos de viento,
a todo su aire en cada movimiento,
las cuerdas que emiten
melancólicas notas
colmadas de belleza ,
y el piano,
el piano que suena
en toda su grandeza,
y mis oídos,
se mueren con tanta gentileza.

Dentro de todo ese ambiente
mágico y colosal,
tu, y tú cuerpo sensual
dormida a mi lado,
parece que nada sientes,
te pierdes toda esa sinfonía,
el amor se escapa por una rendija,
entre tú cuerpo y la cama.
La lluvia limpia el alma,
después que la locura
se desató en la madrugada.
No despiertas hasta el alba,
no me dices que me amas.
solo te viras hacia el otro lado,
y te enroscas en la almohada.

Pienso que la vida
puede ser muy cruel,
yo solo escucho las gotas
que retumban en el cristal
y me muero de ganas,
tu solo solo te escapas en un sueño
y te abrazas a la almohada,
yo ardo en mis deseos,
y tú ... tan congelada....

Parece que soy más feliz
cuando todo es más complicado
más oscuro,
más sofisticado,
pero una y mil veces prefiero,
pasar mi vida a tu lado,
pues a veces toda ta furia
que desatas es solo una tormenta,
que se ahoga en una copa de helado.

Mis manos te buscan,
en un rincón del cuarto,
entre viejos libros amontonados,
la lluvia y la lectura
se dan la mano
en el borde del acantilado,
la lluvia cae como una catarata,
y el libro tira la ignorancia
desde lo más alto.

No puedo detener la lluvia,
que se empeña en su armonía,
cada vez más cercana,
el amor puede ser tan extraño
muchas veces me sorprende,
y yo me siento más feliz,
mientras llueve más fuerte