Un día sin pensar demasiado

No hay que prepararse para pensar y poner la pava a calentar, las manos se acercan al mate, la agarran como una pinza amigable del cangrejo que molestaste alguna vez en la orilla, no aprieta, acaricia recuerdos, camina chistosamente de costado por lugares, momentos compartidos, cebados y no lo sabes aquí y ahora, no tienes nada que ver, son solo tus manos y su memoria, se mueven arriba y abajo, y no lo sabes aun, de izquierda a derecha y no te das cuenta. La misma entorpece, se cae y te mancha la ropa, algunos insultan, otros se ríen, a veces te quema, pero logras salvarte la mayoría de las veces.

Así en un nuevo día, donde sale el sol e intentas ganarle, salir a correr para demostrarle tu rapidez, feliz, trotando, respirando controladamente, y tu cuerpo sudando va, un, dos tres, deviene una danza y te abalanzas sintiendo de cerca la eterna dualidad. No queda más alternativa que saltar con alegría, intentar volar lo más alto hacia el cielo, no por consuelo, con la fantasía de la imposibilidad, como el entusiasmo con el cual miras por la noche tu serie favorita, saboreando la trama de ficción que te cautiva como vos mismo ahora. Se abrió una puerta cuya llave sólo se alojaba en vos, felicitaciones al coraje de buscarla, haces felices a quienes te rodean ya ésta tarde, inevitablemente es. Acostado sobre ocaso se sienten liberando nuevas energías intercambiadas con el sol, el césped lo hace posible, tomarse de las manos enlaza el momento. Dejar de mirar su puesta, girar la cabeza, mirarse los dos, nacer una sonrisa, lo hace real, el viento se esboza, desenlaza y los sonroja.

Alguna horas de soledad se inquietan con la inminente noche, ella siempre tiene el control aunque pensemos que no. Ya te has dado cuanta cuando la planificación y las expectativas forzaron su resplandor y devolvieron la intención con la misma fuerza. Esta vez no hay llaves, es un laberinto donde debes aventurarte con fluidez, sin atajos sin mejores caminos más que tus amigos, ¿Quiénes son tus amigos? ¡Vamos a salir! Sus senderos se irán resolviendo con más diversión, ya lo sabes, es un juego y como tal, sólo con predisposición te diviertes. La magia comienza surgir, de nuevo, con esa actitud inevitablemente es, sin modestia innecesaria. De aquí para allá, abajo, arriba, ¡por la izquierda y por la derecha! Estrategas brillantes son hoy estrellas que esgriman la multiplicidad de la noche, me enorgullecen, y siguen así maquillando los muros con lo más hermoso, oculto y evidente de sí encontrando la insólita salida. La salida

11/06/2015 Fernando Grécò