Poema loco
Caminando por aquel camino que no debí caminar,
Sin darme cuenta me di que no todos los caminos llegan a Roma;
Más las avecillas que no saben de puntos cardinales,
Juegan por entre las nubes, y se anidan en los árboles;
Entonces comprendi en mi ciega incomprensión
Que las rosas no se avergüenzan de sus espinas
Ni los árboles de sus hojas marchitas;
Acaso dime si a los ojos volverán esas lágrimas que lloraste,
O si el angel del silencio te devolverá esos suspiros que en noches de abril suspiraste.
Ese sueño que alguna vez soñaste no será más que la metafora absurda
De lo que pudo haber sido, y no fue.
Los grillos cantan en los riachuelos,
Y los zorzales en los bosques;
Pero en las noches sin noche en donde el día no es más
Que un suspiro que lentamente se va esfumando,
Con un dejo de nostalgia por la dicha
Que se niega a morir en el atroz pasado,
Que se niega a morir en el atroz pasado.