CARPE DEAD

De los montes nacen tus senos,
y de las aguas del Niágara
la fuente de tus deseos.
Del sol invernal se forma tu cabello
y tus ojos son fragmentos de luna inerte.
Si Hércules fue semi-dios
tú eres la prueba
que nunca pudo pasar;
Y, aunque fuiste piedra de tropiezo
también serás el féretro
del alma agobiada,
la sinfonia de los sordos,
y la condena de los libros.

Mira, que en Egipto
los primogénitos caen
y ángeles caídos se apoderan
de sus cuerpos, pero el dolor los atraviesa.
El Nephilim se levanta, soberbio y elegante
pero el pecado lo arrastra
hasta tus brazos.
Kraken se revela en su forma cotidiana,
y el mundo de los muertos espera, ansioso
tu regreso.

El Dios de misericordia se ha enfurecido,
y la paz invita a la guerra
a un duelo de vidas;
El universo espectador
hace sus apuestas,
mientras el cordero devora al ateo.
Carpe diem, querida.
Levántate y mira:
El apocalipsis del infinito ha comenzado.