El final

poema de Feneco

El final de mi camino se ve en el horizonte.
Siento el frio aliento de mi cercano destino.
Durante mi viaje apareciste tu entre la gente
Me diste calor e ignoré los bellos paisajes ojos de azul marino.
Viví el sueño de ser amado.
Gozé del tacto de tus manos desnudas sobre mi cuerpo.
Fuí la envidia de otros que caminaban a mi lado.
Pisadas dobles en la arena que la ola marina robó.
Ahora las miradas enviosas transformadas en lastimosas.
Ya no soy el alegre truhan de la encrucijada.
Soy el emigrante que busca en la noche su posada.
Escribo poesias que no acabo en un papel.
Sueño con amores que desaparecen al amanecer.
Los labios fríos están, ya que a nadie deben ser fiel.
Busco caminante que me hable en el camino hacia el anochecer