Es hora

Se acaba el último cigarrillo que a duras penas sobrevivía en el cajón de los recuerdos, ya no más borlas de humo que pretendan llegar al cielo, ya no más bocas amargas, ya no más sábanas quemadas ni colillas fuera del cenicero dedicadas a tu recuerdo. El tiempo pasa y yo no tengo por qué detenerlo aferrándome a lo que es incierto. Esas son la palabras que me escupe el espejo, esos son los sueños que no nacen; que se dejan llevar por la corriente que arrastra todo el lodo de una mente confusa, pero yo, a mis años, a mis canas con las piernas cansadas de esperar despierto atado a las patas de la cama con lazos de esperanza que me quieren dejar muerto por creer en las falacias de un "te quiero" anacrónico en exceso. Me resisto y no me quiebro, me hago lavados de cerebro y me convenzo que, tú, algún día, el que menos espero; tengas la osadía de venirte junto a mi, corregir lo yerros. En fin, ES HORA de vestirme con la sonrisa falsa y darle esa palmada de ánimo, a las caricias descuidadas que te daba, a los besos mal gastados en tu boca a tus ojos que me vuelven tonto.
Extracto de "Amor de un viejo" todos los derechos reservados, ciudad de México, 20/08/2022.
Falstaff