Yerma inspiración

No quiero escribir,
hoy no tengo inspiración.
Es un intento falaz e inútil
cuando reclamo a mi musa
desde lo más profundo
de este mar inexistente.

Es un arrebato insolente de ideas
logro iluminar el callejón
donde transitan desorbitados
cardúmenes de recuerdos.

Las letras se arremolinan
en talmúdica melodía
que se yergue
desde mi mente inconclusa.

Letras, oraciones, no concuerdan…
son mezcla equivocada
de albores y rosas,
espinas que roban la catarsis
de un momento enarbolado entre mis dedos.

Taciturnas aves
en letras de pergamino
se amalgaman con los muros,
incapaces de soportar
ser la tinta de mi canto.

Nieve en mis manos
hace pesados los versos,
que sumisos se derriten
fugándose de la memoria.

Sentada, ante este borroso espejo
solo hay pre-textos
que nada me devuelven,
letras furtivas que anidan
entre las quimeras de mi pluma.

Hoy venero mi pluma inerte,
bella en su reposo,
nada la mueve,
nada la incita.

Hoy, no quiero escribir.